Asturies ha descubierto la vacuna contra el fascismo
La penúltima de Teobaldo

Teobaldo Antuña
2021-07-14
Se han hartado de decir barbaridades contra la pretensión de hacer cooficial el asturiano. Que si era el embrión del separatismo (¡prubitinos de nós!), que si era por las subvenciones (la Real Academia de la Lengua y el Instituto Cervantes las tienen millonarias), que si era un invento, «que bables hay muchos», como si su castellano fuera uniforme.
Dice la UNESCO, contra esa ignorancia supina, que las lenguas son riqueza, que se deben proteger las que están en riesgo de extinción. Pero esa extrema derecha que quiere uniformarnos hasta en el habla no es ignorante: precisamente, refleja en ello su odio de clase. Considera el asturiano una lengua campesina y proletaria, por ende, ajena, cuando no enemiga, a su distinguida posición social. Lo explicaba muy bien una camarera letrada: «Y entós dixome: «¡Ay, hablas como la chica que venía a casa, a servir!»».
Otra cuestión que los pone de los nervios, a los señoritos, es la pelea de las mujeres por la igualdad; en los dos carrillos les golpeará la idea de Enar Areces, que ha montado una empresa que comunica, que dice feminismo y que se expresa en asturiano: Puru Remangu. Hai qu’usar la llingua con normalidá, pa falar de too. Importa’l mediu, pero si nun tienes conteníu, tas perdía. Yo entamé una empresa; nun ye un pasatiempu, nin una asociación de bablistes, nin una tienda de camisetes. Ye una empresa de comunicación como tien que ser, por que me dea perres pa comer, pa pagar les factures… Pel momento, ye una esplotación (realmente un abusu) familiar; tengo en plantiya al mio amigu (ta en períodu de prueba) y tiro de mio ma, de mio pa…
La camiseta que muestra es un símbolo; aprendo léxico con ella. Publicó un libro sobre les güeles, organizó una campaña de promoción de Gijón con personajes playes de primera línea popular… Es decir, vale mucho esta rapaza.
Usa esta lengua nuesa, falaguera, que ha actuado mejor que cualquier conjuro mágico, más saludable que el bálsamo de Fierabrás; espanta fascistas mejor que los ajos a los vampiros: en cuanto en la Junta alguien entama un discurso en asturiano, los diputados extremadamente derechosos abandonan sus escaños (no sabemos si les descuentan el día de trabajo). Ofrecemos la eficaz vacuna, gustosa, gratuitamente, a todos los parlamentos del mundo. Muy saludable, sin contraindicaciones.
Son sus contradicciones, como el de esta anécdota que repetiré mil veces; es una parábola en sí misma: aquella elegante señora que, en la ópera de la benemérita, invicta, heroica, buena, muy noble y muy leal Ciudad de Oviedo, pateaba con saña el momento en que se daban las instrucciones (ya sabes, que apagues el móvil y eso), en asturiano. Debo la anécdota al crítico musical que cubría el evento. En uno de los entreactos, la dama sentenciaba: «¡Es que esto del bable a mí ya me fiede!».