De cómo se construyó el Gijón que ahora vivimos

Dulce Gallego
2023-07-13
El Gijón del franquismo había crecido de manera rápida, poco o nada controlada y bastante disfuncional; aparecía en los manuales como una de las ciudades peor urbanizadas de Europa. La democracia trajo a nuestra ciudad un cambio de paradigma en cómo construir ciudad, como hacer de Gijon un entorno más humano, sostenible, vivible, amable… Había que pensar y hacer una ciudad para todos.
Se comenzó con la prohibición de la mendicidad infantil y la erradicación del chabolismo, a la vez que se recuperaban zonas degradadas. Abastecimiento y saneamiento de las aguas, solucionar un sistema arcaico de recogida de basuras. O el trasporte en la ciudad. Se crearon empresas públicas municipales que gestionaran los servicios desde criterios de bien común y que hoy son un patrimonio valiosísimo de esta ciudad.
Disponer de suelo para construir centros de salud, educativos, zonas verdes y parques. Recuperar medioambientalmente y para disfrute las playas de Poniente y el Arbeyal y las rurales fue otra tarea importante.
A la vez que se actuaba en el entorno físico de la ciudad, había que hacer políticas centradas en las personas. Se hizo en todas las áreas municipales, desde los servicios sociales, la atención al ciudadano acercando el ayuntamiento a los barrios y creando una red de centros integrales donde se prestan servicios y se desarrolla la cultura, actuaciones, exposiciones, servicio de bibliotecas y espacio para uso del entramado asociativo, de manera que todo lo cultural fuera cercano, asequible, accesible. Se recuperó un espacio emblemático de la ciudad como teatro municipal, El Jovellanos, y se puso a Gijón en el circuito de las actuaciones y conciertos de primer nivel: Rolling Stones, Tina Turner, Prince…
Se creó un entramado de instalaciones deportivas y apoyo al deporte base, que llevó a Gijón a ser premio nacional de deporte.
Se fue construyendo un Gijon ambicioso, sin miedo a acometer tareas que hasta el momento no eran propias de los municipios; se fue pionero en las políticas activas de empleo con el Plan PILES, comprometiéndose con la formación y con multitud de proyectos de Escuelas Taller, generando un Parque Científico y Tecnológico, el primero de titularidad municipal de España.
Las políticas de igualdad entre mujeres y hombres y los servicios para poder acometer las situaciones de injusticia y desigualdad fueron otra seña de identidad de nuestra ciudad, el Centro de Planificación Familiar, después una casa de acogida para víctimas de violencia machista que culminó en un proyecto tan emblemático en toda España como la Casa Malva, la Casa de Encuentro de las mujeres, programas con las mujeres de las asociaciones vecinales como Femenino Plural…
Gijón no tuvo reparo a programas rompedores para los jóvenes como Abierto hasta el Amanecer o centros de ensayo musicales, promoviendo la creación. Se apoyaron eventos singulares como el Festival de Cine, la Semana de la Sidra y este magnífico festival que nos puso en el mundo, como es Semana Negra.
A la vez, se proyectaban espacios para el disfrute de la ciudadanía y atractivo turístico, como el Centro de Talasoterapia, el Acuario o el Jardín Botanico Atlántico.
Todo ello se hizo desde una mirada de integralidad a la ciudad a sus habitantes y con la participación ciudadana. Dando voz, debatiendo, escuchando aquello que tenían que decir y aportar los movimientos sociales de la ciudad. Con concertación social, con la representación de los sindicatos comarcales a los consejos de administración de las empresas públicas. Haciendo de los primeros Planes Estratégicos de Gijón un ejemplo de liderazgo del ayuntamiento y amplísima participación de todos los sectores sociales. Todo ello se debe a gobiernos de izquierda que supieron trabajar unidos, superar discrepancias y pensar en clave de ciudad con mirada larga y perspectiva de futuro.
Por ello la ciudadanía gijonesa, en los tiempos inciertos que se avecinan con la apertura de puerta de la actual alcaldesa a la extrema derecha en el gobierno de la ciudad, y con lo que hasta ahora hemos visto de pretensión de censura y recortes en libertades, hemos de estar vigilantes y beligerantes ante cualquier retroceso, y saber defender nuestro bien común, servicios, espacios y libertades conseguidas. Fue tarea de todos y todas y todos y todas hemos de defenderlo.