El tiburón de esponja que no era Bob
La penúltima de Teobaldo

Teobaldo Antuña
2022-07-16
Vuelven los títeres. El año pasado era marioneta, Bob Marley, que hacía el Camino en sentido inverso, desde Santiago a Italia, con parada en todos los sitios donde muñeco y ayuda de cámara pudieran conseguir un poco de apoyo y un empujón. El colaborador de Bob era argentino, hizo algo de caja entre la Semana en el Muelle y la calle Corrida, cuando la policía local se lo permitía. Llegó, no sé si a Padua o a otra parte de la península itálica, pero llegó.
Vuelven argentinos, una familia dedicada al noble arte de dar vida a los muñecos. Han aparecido por primera vez en la Semana, con un pequeño puesto donde conviven animales de esponja; fieras arañas, grandes mariposas que se ponen como un guante, la cabeza del cocodrilo, el tiburón sonriente… De momento, no han cubierto sus previsiones de ingresos, pero sí han conseguido contactar con programadores y ya tienen convenios en Avilés y Corvera para 14, 15 y 16.
La afición viene heredada del padre, que hoy anda por ahí, con gestiones propias de la empresa: La Pajarera. Heredaron la devoción Juan, el muchacho que sale en la foto, y su hermano gemelo, que estudia medicina y para distinguirse ha dejado barba. Puede verse a los tres vistiendo overol naranja en las fotos de una página de Facebook, que deberían actualizar.
El tío que vive en Barcelona y les sirve de cabeza de puente, sustituye en el puesto a Juanito (él le adjudicó el diminutivo), cuando tienen actuaciones fuera de la Semana. En ocasiones por contrato, pero, si fuera menester, “espectáculo a la gorra”, que es la sal de esta profesión. Claro que en épocas de inflación…
…Y en éstas estábamos cuando apareció el torbellino Llara. Cuatro palmos de niña lista e inquieta que ayuda a familia y amistades a llenar el vacío que nos dejó, hace ya un año, Mary, la abuela-sonrisa.
Llara tiene las cosas claras: no quiere fotos. Tomada la posición, la postura es innegociable: ni halagos ni ofertas la mueven. Le viene de raza, son los genes de Ramón Lobo, Nembra para los compañeros, terco defensor de los derechos sindicales en el Dique de Duro Felguera. Ahora es ciclista aficionado y fue un pilar en la Columna Asturiana de las Marchas de la Dignidad, garantizando la intendencia.
Cómo no, también tiene que ejercer la abuelidad, llindar de vez en cuando, para que los padres puedan trabajar, a nieto y nieta. Cuando ella va por su casa inmediatamente le pone deberes, señalando lo que hay que reponer o los detalles pendientes de reparación, que el antiguo soldador reciclado en gruista suele despistarse.
Llara desordena con orden toda la tienda y se hubiera llevado para casa las existencias completas. La autoridad competente (Sandra) pone pausa, y me da el visto bueno para publicar la foto, aparte de informaciones de interés, y la sugerencia de que A Quemarropa pueda ser accesible mediante código QR. Gracies, amiga.