¡Encantado de volver a verle!
La penúltima de Teobaldo

Teobaldo Antuña
2021-07-09
Muy alegre de estar de nuevo con usted. Y además, sin mascarilla; a ver si el próximo paso nos permite quitar las máscaras de otros. Como las de los fascistas que se disfrazan de demócratas, los centristas que realmente son de derechas, otros que también lo son y se dicen apolíticos, de los irredentos defensores del capitalismo que exhiben carnés de izquierdas. Entre tanto carnaval fuera de tiempo, uno, profundamente descreído, desconfiado de las apariencias, sigue predicando con la máxima evangélica: «Por sus frutos los conoceréis».
Ha pasado un año largo, concepto gramaticalmente incorrecto, que cada año no dura más allá de doce meses, son todos numéricamente iguales, salvo bisiesto; pero la expresión es muy gráfica, tanto como la docena de catorce con que nos convidan los generosos fabricantes de ese lujo casero que son los suspiros del Nalón del Campu de Casu. Hallazgo mercantil que imitó Obélix, en su aventura por llenar el caldero, cuando vendía los jabalíes por catorcenas; igual es buena idea para apartar a los suidos de las poblaciones astures.
Hemos sufrido física, anímica y económicamente. Nos hemos encerrado en casa, se han producido cierres provisionales o definitivos, hemos sufrido serias pérdidas familiares, con el suplemento de no poder hacer la despedida que se merecían. Hemos soportado a sinvergüenzas intentando sacar provecho electoral de las desgracias comunes. Pero nunca llovió que no parara, y los paraguas de las vacunas irán haciendo que, poco a poco, volvamos donde solíamos.
Heridos por fuera algunos, por dentro otras, pero en pie. Esta humilde columna intentará arrancar cada día una sonrisa, contando esa parte interna de la feria literaria que pasa desapercibida. Traeremos a ella el espíritu del rótulo de la imagen, tomado en Burgos, un día que la nieve y el frío llamaban a estar junto al brasero. Sonriamos. Vivamos. ¡Bienvenidos a la Cultura y a la Fiesta! (Con mayúsculas, por favor).