Equipazo

Pablo Batalla Cueto
2021-07-15
Hace cosa de un mes escribí a Arantza Margolles para ofrecerle una pequeña colaboración en este A Quemarropa digital en el que me pareció que merecía la pena aprovechar la falta de límites de espacio para meter más columnistas (y ya han visto qué resultado tan espléndido). Le proponía yo a Arantza un articulín sobre lo que quisiera. Un recuerdo de semanas negras pasadas, algo sobre un libro que haya leído, algo sobre crímenes sucedidos en Gijón, que es un tema que ella conoce bien porque fue sacando una serie espléndida en El Comercio. Me dijo: ¿un artículo, o una columna diaria? Le dije: bueno, te decía que un artículo, pero si te apeteciera hacer una columna diaria, pues jo, pues genial, pero no quiero abusar. Al día siguiente, pum, tenía los diez artículos en mi bandeja de entrada. Lo comentaba ayer con Óscar: es increíble la capacidad de trabajo de esta mujer. Hace de todo y todo lo hace espléndidamente. Porque, además, los artículos, copiar y pegar. No hay que corregir nada. «Con sus tildes, porque se cayó, no se cayo», que decía el Pérez-Reverte de palo interpretado desternillantemente por Joaquín Reyes.
Los colaboradores de este periódico me lo ponen muy fácil. ¿Qué decir de Jesús Palacios? Pues lo mismo: el hombre tiene una capacidad de trabajo que para mí quisiera, escribe a la vez una columna y la crónica del Espacio AQ (ayudado por Rakel Suárez, sí, but still) y todo me lo manda en tiempo y forma y con una ortotipografía para comer en ella. Lo mismo con los artículos de Teobaldo Antuña, y lo mismo con la serie de artículos en asturiano que Xavi Cayao se encargó de coordinar y me mandó en un paquete con un lacito, perfectamente escritos y hasta con comillas angulares, sin que yo tuviera que mover un dedo. Yo que en mi vida civil soy corrector de estilo y en materia de atentados terroristas contra la ortografía he visto cosas que vosotros no creeríais incluso en originales enviados por señores catedráticos, esto lo agradezco mucho, porque de verdad que no es habitual. Hay mucho, muchísimo talento ahí fuera. Talento literario y de otros tipos, como el del equipo que vela por que el streaming de la Semana Negra funcione a la perfección. Y sin falta de haber hecho el bachillerato a un colegio tope gama en Gales, como la princesa Leonor, que ayer recibía en audiencia en Zarzuela a los que van a ser sus compañeros. Yo, me van a perdonar la tochez, me partía de risa pensando en el contraste entre esta envarada ceremonia y cómo dentro de unos meses la buena de Leonor estará algo así como bebiendo cerveza de un embudo con un tubo con estos trajeados mozalbetes. Y bien que hará.