Fugitivas y náufragos
2023-07-15
Llegaba ayer uno de los días más esperados siempre por los semaneros: aquel en los que, fiel a su compromiso con la democratización de la cultura, la Semana Negra regala un libro editado por el propio festival. Fugitivas y náufragos es este año el título de la muestra que puede visitarse desde que empezó la SN en la Carpa de Exposiciones, con el fenómeno de la migración como tema: cómo lo ha tratado, cómo lo trata, el cómic. Y ayer se repartió su libro-catálogo, prologado por Antonio Altarriba y en el que un estudio de Norman Fernández y Pepe Gálvez introduce una selección de la obra de siete autores que han trabajado este tema. Las páginas exhibidas en la exposición y comentadas en el libro pertenecen a El silencio de Malka, de Jorge Zentner y Rubén Pellejero, sobre el éxodo de judíos askenazíes a Argentina a finales del siglo XIX; Humanos: La Roya es un río, de Edmond Baudoin y Troubs, sobre los emigrantes africanos o sirios que cruzan las fronteras europeas; Nieve en los bolsillos: Alemania 1963, de Kim, un relato autobiográfico de emigración a Alemania; Lejos, de Isabel Ruiz Ruiz, una obra aún en proceso sobre el franquismo; y Asylum, de Javier de Isusi, novela gráfica polifónica sobre la migración.
Pellejero, Baudoin, Kim, Ruiz e Isusi participaron ayer en una charla conducida por Fernández y Gálvez, previo al reparto de los ejemplares gratuitos, durante la cual respondieron a preguntas sobre las motivaciones y el proceso de creación de sus obras. Pellejero habló por su compañero guionista Jorge Zentner para comentar la «catarsis personal» que fue para este autor abordar una historia que es la suya propia; la de la emigración de sus ancestros de Europa a Argentina. En El silencio de Malka, comentó Pellejero, se integran «elementos muy mágicos propios del realismo mágico, en el que Jorge está muy interesado y del que es fiel seguidor y conocedor». Un Zentner que, recordó Pellejero, acabó siendo migrante él mismo, en este caso de Argentina a Europa, durante la dictadura de Videla. Para Pellejero, la obra fue un reto en el que puso «toda la carne en el asador» para romper con su trayectoria previa y convencer de su valía al autor argentino, que inicialmente pensaba en un dibujante de aquel país, que conociera mejor la temática que iba a tener entre manos.
Isabel Ruiz comentó lo difícil de la elaboración de Lejos, un libro aún en proceso, cierre de una trilogía formada también por Dentro y Fuera, que trata de sintetizar «muchas vivencias diferentes, muchos países a los que emigramos» los españoles durante la dictadura franquista, de Francia a México, aunque sobre todo Francia. Un libro sobre «la ilusión, la esperanza» con la que salieron de España hacia el país vecino quienes después «se encontraron con otra cárcel fuera», pero que no quiere centrarse solo en lo negativo, sino también en la Resistencia, en «cómo las mujeres y las personas que salieron de España no dejaron de luchar contra el fascismo».
En la adolescencia de un niño nacido en el año cuarenta y dos y que «soñaba con que no hubiera fronteras algún día» ubicó Baudoin el origen de su Humanos. El autor francés, padre de cinco hijos y abuelo de veinte nietos, evocó la angustia que le produce ver a esos seres queridos reflejados en los jóvenes de Sudán, Senegal, Mali o Siria que tratan de alcanzar el sueño europeo y cómo empezó a hacerles retratos en el Valle de Roya, frontera francoitaliana. Contó cómo su manera de trabajar era la siguiente: hacer retratos de estos migrantes, regalárselos y pedirles algo a cambio; la respuesta a alguna pregunta, como por ejemplo qué es la vida para ellos. «Cambio la respuesta por el retrato», explicó el dibujante, que desgranó también para el público algunas dificultades encontradas, como que le mire a los ojos gente en cuyos países natales está mal visto hacerlo con gente mayor, tanto más si es blanca.
Javier de Isusi explicó de Asylum que en origen es un encargo de ZEHAR Euskadi, colectivo en defensa de los derechos humanos y las personas refugiadas; un encargo cuya «gracia» fue que «entroncaba perfectamente» con una idea que Isusi ya tenía previamente, la de crear un cómic en el que se trazase una comparativa entre la emigración de los españoles en el pasado y la que ahora llega a España. «Me extraña, me sorprende muchísimo, que vivamos en un país que ha sido profundamente emigrante», dijo el autor: a Europa, a América antes, para que ahora resulte que «nos toca muy recientemente ser un país de acogida y no somos tan buenos acogedores». Eso «hierve la sangre» a Isusi, que en algún momento pensó en hacer un cómic que pusiera en paralelo dos historias, la de una persona que viene a España y una de las de cuando nosotros pedíamos asilo en otros países. La idea estaba «ahí esperando a que cayera o no», y fue cuando llamó la gente de ZEHAR para pedirle un trabajo muy parecido a aquel.
En cuanto a Kim, Nieve en los bolsillos cuenta la historia de su propia emigración a Alemania. «Todo el mundo que iba decía que se ganaba mucho dinero, que era muy fácil encontrar trabajo, y me fui en autostop medio enfadado con la familia, una cosa así de juventud, yo tenía diecinueve o veinte años», recordó. En su novela gráfica, rescata historias de los personajes que conoció allí, en un albergue frecuentado por los españoles: «Muchos de ellos no sabían ni leer, ni escribir, y yo me encontré escribiendo cartas, leyendo cartas…», evocó, contando también su satisfacción cuando, publicado ya el libro, un profesor de Universidad lo invitó a acudir a Alemania para recorrer los sitios en los que había estado y explicar a los universitarios sus peripecias. En Alemania, lamentó Kim, «ya no se acuerda nadie de los españoles que estuvieron allí».
Finalmente, se hizo entrega de los ejemplares del libro-catálogo que se repartió hasta agotar existencias.