Informe n.º 4
Informes para la Instauración y Buena Observancia de la Nueva Normalidad

Jesús Palacios
2021-07-12
Informador: Agente Rudolf Lavrentius Montag n.º 451/1984//AF632///003
Recopilados por Jesús Palacios. Secretario Oficina de Instauración n.º 1990/21//G11811
Reporte n.º 3 SN/NN0/ANN2021/07/03
Agente Montag reportando.
Un apunte de extremo interés para nuestra Oficina de Instauración de la Nueva Normalidad (OINN): existen numerosas disensiones en el seno de la comunidad de escritores de novela negra de nuestro territorio plurinacional. Se trata de un elemento que podemos y debemos utilizar en nuestro favor. Sobre todo, porque bajo el convencimiento de que estas diferencias enriquecen su discurso, lo que en realidad ocurre es que este se fragmenta y pierde fuelle, dándonos la oportunidad de tenerlo siempre bajo control y, lo que es mejor aún, permitiéndonos identificar a aquellos individuos claramente disconformes con la NN, aislándolos y animando al resto a que los conviertan en objeto de burlas, insultos o, lo más eficaz, condenándolos al ostracismo. A pesar de que aquí hay un núcleo duro que se resiste notablemente al empleo conspicuo, constante y omnímodo de las redes sociales, caracterizado por un insultante y poco higiénico amor por el papel, la letra impresa y el libro (no hay más que ver los desagradables puestos de venta de los libreros y editores, con sus ejemplares cubiertos de polvo y convertidos en foco de virus, bacterias y contagio no sólo de enfermedades físicas, sino, peor aún de ideas infecciosas), me congratula también reportar que prácticamente nadie, salvo excepciones jurásicas sin importancia, está libre de Facebook, Twitter, Instagram, Telegram, Tik-Tok, etcétera, con lo que, poco o mucho, el eficaz sistema de likes, conteo de seguidores y seguidoras, bloqueo de cuentas y demás factores esenciales para la comunidad virtual, influye en todos ellos, lo que nos permite manipular con extrema facilidad sus tendencias, gustos, ideas y reacciones, aparentando, por supuesto, que hacen ejercicio pleno de su libertad individual y colectiva. El triunfo de conceptos como democracia digital, libertad digital, la Internet de todos y demás lemas infantiles implantados por nuestras Oficinas de Propaganda en las últimas décadas está dando por fin sus frutos, incluso, señal inequívoca de su eficacia, entre colectivos tan renuentes como el de la Semana Negra.
Es cierto que, pese a nuestros esfuerzos combinados con la Sección de Guerra Bacteriológica, la SN ha vuelto a implementar la presencia física de sus actividades, así como la participación presencial de invitados e invitadas, dando preeminencia a los encuentros interpersonales y el intercambio directo de palabras, ideas y opiniones. Más aún, se observa un retroceso frente a los logros de la pasada edición en el hecho de que muchos de los participantes vuelven incluso a tocarse, se dan la mano, palmadas en la espalda y los elementos más reaccionarios llegan incluso al abrazo. He creído hasta observar sonrisas detrás de las máscaras, aunque puede que se tratara sólo de una impresión personal. En cualquier caso, la grabación y emisión en streaming de las principales actividades, abre una ventana a la esperanza de que, si seguimos implementando la necesidad ficticia pero intensiva de la tecnología digital en todos los aspectos de la vida (y la muerte) humana, es posible que hasta reductos peligrosamente conservadores como la Semana Negra vayan cediendo a la suplantación del territorio por el mapa, hasta que sean prácticamente sustituidos por su celebración virtual y simulada digitalmente.
Es importante, pues, que pese a ese ligero retroceso respecto a la pasada edición se siga estimulando sutilmente la estrategia digital en la Semana, ofreciendo servicios gratuitos o a precios competitivos para grabar, digitalizar, compartir y virtualmente desmaterializar sus actividades, hasta que en pocos años estas sólo tengan lugar en la Nube (y las nubes, ya se sabe, se las lleva el viento), los invitados lo sean holográficamente, la feria del libro sea sustituida por proyecciones en 3-D de las adaptaciones cinematográficas de obras previamente aprobadas por la Comisión de Expertos Inclusivos y Excluyentes, así como por cabinas para la escucha de audiolibros. De especial relevancia es seguir trabajando en la traducción a simpáticos emojis de los grandes clásicos de la literatura como Don Quijote, En busca del tiempo perdido, Ulises, Nueve sombras de Grey, El Código Da Vinci, Crepúsculo y las obras completas de Stieg Larsson. Entretanto, seguiré identificando a los posibles individuos disidentes que, por fortuna, suelen ser ya de edad avanzada, salud perjudicada y boca ancha. En el peor de los casos, siempre que sea estrictamente necesario, se puede acudir a la Quinta Ola para hacer otra criba. Aunque, posiblemente, la mayoría acaben por no poder manejar las app que serán necesarias para conectarse a las futuras ediciones de la SN de la NN (Semana Negra de la Nueva Normalidad). La Diosa dirá.