La XXXIV Semana Negra se despide de ustedes

Pablo Batalla Cueto
2021-07-18
Le comentaba el otro día a Diego Díaz que Paco Ignacio Taibo II definió una vez la Semana Negra como una Disneylandia para niños trotskistas. Le ha hecho una gracia tremenda, y ahora anda contándoselo a todo el mundo que pilla por banda. La Palabra se difunde.
Ha estado bien esta Semana Negra. No ha estado tan bien como una Semana Negra propiamente dicha, que es una Semana Negra con feria, con muchos bares, etcétera. Junto a los canales de Babilonia nos sentábamos a llorar con nostalgia del Ratón Vacilón. Pero el COVID manda, la responsabilidad se impone y se ha hecho ni más ni menos que la SN que tocaba hacer. Y ha estado bien. Nos hemos reunido ciertas veces en extraños cafés, hemos charlado largamente, redactado los pasquines hasta el alba. Hemos vuelto a ver a Taibo. Nos visitó una ministra más lista que los ratones coloraos. Charlamos como siempre sobre novela negra, novela histórica, novela fantástica, novela a secas. Las vendieron, las compramos. Transgredimos con Transgresoras. Aprendimos con el Aula SN. Conciertos, poesía. La Disneylandia para niños trotskistas es un festival único en el mundo. No renunciamos ni al más viejo de nuestros sueños. No lo hemos hecho, quiero decir. He escuchado muchas veces a algunos de sus críticos decir que es un festival pasado de moda; una cosa de otro tiempo que ya no tiene sentido. Los gijoneses, después, votan; lo hacen con los pies. Y votan que este festival sigue teniendo todo el sentido del mundo. Nos queda cuerda para rato.
Volvemos el año que viene. ¡Salud!