Prostitución 2.0
Tribunas de la plebe

Mabel Lozano
2021-07-13
«El semen me entró en los ojos y también por la nariz. Me atraganté, estuve a punto de vomitar varias veces, pero Luci me hacía gestos para que continuase. Yo quería parar y movía mi mano izquierda para indicarlo, mientras la derecha estaba agarrada fuertemente al miembro del hombre, como si fuera un mástil, para seguir con la masturbación, pero también para hacer un poco de fuerza para evitar que no me introdujera el pene hasta el fondo de mi garganta. Si eso ocurría, pasaría de las náuseas a perder el conocimiento…».
Así comienza mi libro PornoXplotacion, con el testimonio real de Irina, una joven rusa que fue captada en su país de origen, debido a su vulnerabilidad, para ser explotada sexualmente en el nuestro. «La pobreza es un arma contra las mujeres», dice.
Mas de 8.500.000 de españoles reconocen consumir sexo de pago. Esta millonada de españolitos que compran y alquilan mujeres dejan a proxenetas, mafias y delincuentes varios, un monto que, de media, alcanza los 7.500.000 de euros cada día, porque esta es una actividad en constante e imparable expansión y un negocio muy boyante, además, todo en dinero del color de la literatura de la Semana Negra; negro, negrísimo. Un dinero que solo beneficia a unos pocos y no precisamente a las pobres mujeres, en su mayoría migrantes y con necesidades, como Irina, María, Yandy y tantas otras.
Los hombres demandantes de estos servicios por cierto, son cada vez mas jóvenes debido a diversas razones:
- La normalización de la prostitución. Este es un fenómeno «de siempre, de toda la vida». Los puticlubs pueblan todas nuestras carreteras y son lugares de ocio, de divertimento, donde se celebran las despedidas de soltero y se cierran negocios. Además, no hay que olvidar que, como afirman algunos, «la que es puta es porque quiere» y que, como dicen justamente los mismos hombres, «ganan un dinero rápido y fácil». ¿Fácil? ¿Para quién? ¿Para el que paga por ejercer una cuota de poder, de violencia y sumisión, o para la que no ha podido elegir porque no tenía otra alternativa? Porque la pobreza es también no poder decidir sobre tu propia vida.
- Los proxenetas llevan años haciendo un trabajo de captación y relevo generacional. de sus clientes, a la vez que blanqueando continuamente la prostitución, mostrándola como una posible salida laboral para las mujeres. ¿Para qué mujeres? Todas las que son captadas, trasladadas y explotadas en sus pisos y burdeles, y que cuando se atreven a denunciar la realidad de la trastienda de la prostitución, son asesinadas como Yamiled Giraldo, la protagonista de Biografía del cadáver de una Mujer, mi documental ganador del Goya 2021
- La falta de educación afectivo-sexual. Somos un país muy pudoroso. Aun en este siglo no se habla en casa de sexualidad y es bastante común afirmar que hemos aprendido de sexo por vías alternativas porque no lo enseñan en ningún lugar. Peor aún, la escuela de la sexualidad de los chavales hoy está siendo la pornografía.
- El gran consumo de pornografía desde muy tempranas edades. El contenido mayoritario en internet es pornografía y esta se ha democratizado, puesto que nunca había sido ni tan accesible… ni tan agresiva. Niñas y niños llevan un cine porno en el bolsillo gracias a sus dispositivos móviles, sin herramientas, conocimientos ni educación sexual o emocional para gestionar esa información, lo que deriva en conductas de riesgo, la repetición de imágenes, actitudes y prácticas que se manifiestan con violencia y agresividad. Así, la Fiscalía General del Estado, en su ultimo informe, ve como un fenómeno «muy inquietante» y vinculado al consumo de pornografía, el incremento de la violencia de género y sexual entre jóvenes y adolescentes, especialmente en los casos de delitos contra la libertad sexual perpetrados en grupo, conocidos como manadas.
¿Qué puedo hacer yo?
Si has llegado hasta aquí es probable que te hagas esta pregunta, o quizá no, y seas parte de quienes prefieren mirar para otro lado, o de quienes piensan que esto no va contigo ni con tus hijos adolescentes, porque los tuyos son de los que no consumen porno ni tampoco salen a alquilar mujeres…
Es fundamental educar a nuestras hijas e hijos, darles las herramientas para que puedan construir un pensamiento critico a la hora de consumir pornografía. Y hablo de pornografía porque la palabra porno suena más cool y menos peligrosa. Pero estamos hablando de un negocio turbio que deja miles de víctimas de un lado y del otro de la pantalla: chicas vulnerables a las que seducen con ofertas jugosas de dinero fácil y sin necesidad de ninguna formación, o chicas normales a las que se capta a través de sus redes sociales ofreciendo fama y dinero; y, al otro lado de la pantalla, nos encontramos a chicos cada vez más jóvenes con adicción a la pornografía, que nos es otro cosa que la migración de la prostitución a las fronteras digitales, a la web. Por eso hablamos de prostitución 2.0.