Viajeros ecológicos para la Semana Negra
La penúltima de Teobaldo

Teobaldo Antuña
2021-07-15
Mis amigos Carmen&Xuan se han comprado un vehículo con camas, cocina, baños, sala de estar y toda la pesca; no consideran adecuado que yo lo llame la furgoneta, y menos la carroceta: son dueños de «una caravana autopropulsada». Cuestiones de léxico. También en la playa de Misiegu, cuando empezaron los langreanos a instalar casas prefabricadas sobre pilares de cemento, no les gustaba nada que los llamáramos barracones; aquello era de cuando arreglaron la barriada de Lada, esto son mobile homes, que, habida cuenta la escasez de inglés, pasaron a ser mobilones. La fonética, chica.
Se quejan Xuan&Carmen de la falta de aparcaderos vehículos como el suyo. No les falta razón; hubo un tiempo en que tal práctica, como la de la acampada, fue perseguida en campañas alentadas por la hostelería miope y egoísta. Decían que era turismo de alpargata, los pobres que se queden en su pueblo; y, sobre todo, de bocadillo. Que compraban en el supermercado, con lo que no quedaba dinero en la villa; como si los comercios de alimentación fueran de Marte.
Algunos ayuntamientos entraron al trapo y cerraron zonas de acampada o estacionamiento, pero como dice el romance tras los tiempos llegan tiempos; ha cambiado el paradigma, el personal no quiere encerrarse entre cuatro paredes, por razones de seguridad sanitaria, regresa a los campamentos, hace que se dispare la venta de caravanas autónomas hasta extremos inéditos. Ahora la presión es a la inversa, con malos modos reclaman los habituales «porque nadie hace nada». En fin…
El Ayuntamiento de Gijón ha dado un nuevo ejemplo de estar a la altura de los tiempos, como se ve en la imagen ha inaugurado una zona de estacionamiento en la mismísima plaza del Marqués. Desde la altura, convenientemente enmascarado, contempla Pelayo, satisfecho, la llegada del turismo internacional. El sitio es idóneo, por su centralidad, por su amplitud, y porque está al inicio de la Semana Negra, el mejor festival literario del Universo, al que acuden visitantes de Francia, México, Argentina y Carbayín Alto, por citar algunos.
Vean el atractivo modelo que ha traído el primer turista. Manejable, silencioso, amplio maletero, movido por energía renovable, ocupa poco espacio, ¿qué más se puede pedir? Incluso, en la parte posterior, espacio para la música. ¡Esto es Hollywood!