Esta web utiliza cookies propias y de terceros para una mejor experiencia de usuario.

Al acceder acepta nuestro ACUERDO LEGAL y POLITICA DE COOKIES.
Si ha accedido por error y quiere salir de forma segura haga click aquí.

XXXVI EDICIÓN
07 AL 16 DE JULIO DEL 2023

Logo
  • INICIO
  • AUTORES
  • VIDEOS
  • A QUEMARROPA
  • GALARDONES
  • EDICIONES

Síguenos:

Dolores caminó


2022-07-14

«¡Sí! Veremos a Dolores caminar las calles de Madrid…», cantaban en los setenta Víctor Manuel y Ana Belén. Sobre Dolores Ibárruri, Pasionaria, se han publicado recientemente dos enjundiosas biografías, a cargo de Diego Díaz (Pasionaria: la vida inesperada de Dolores Ibárruri) y Mario Amorós (¡No pasarán! Biografía de Dolores Ibárruri). Los dos autores mantuvieron ayer un conversatorio de una hora sobre este mito del siglo XX moderado por María José Capellín, que comenzó por lanzarles la pregunta de qué puede aportar hoy la historia de esta mujer.

Díaz recogió el testigo comentando su interés en cómo el personaje refleja la condición que el movimiento obrero tuvo de Ilustración de masas: la Casa del Pueblo significó para la joven Ibárruri la puerta abierta a la cultura y la formación que las desigualdades atroces de la época negaban de otro modo para los hijos e hijas de la clase trabajadora como ella. Reivindicar aquel papel del movimiento obrero es especialmente crucial, a juicio de Díaz, en un momento en que vuelve a suceder que los barrios populares abandonados por la izquierda sean pasto del proselitismo de, por ejemplo, las sectas evangélicas que hacen furor en Hispanoamérica. «Esas sectas», explicó Diego, y también la televisión, «están ofreciendo a las clases populares un sentido de trascendencia y una manera de entender el mundo», y por cierto que una «que no va a coincidir con sus intereses de clase», ante la incapacidad de la izquierda para oponer una alternativa.

A Amorós le interesaba utilizar el personaje de Dolores para vertebrar una historia mayor: la del comunismo español; algo que la vida de Ibárruri posibilita como pocas al abarcar «todo el siglo XX: nace en la España de la Restauración y muere a los tres días de la caída del Muro de Berlín», recordó el historiador, que evocó como «verdaderamente apasionante leer gran parte de la prensa comunista, los debates, los momentos de derrota y los momentos de triunfo, momentos decisivos en la historia de España», en busca de las andanzas de esta vasca que, desde su Gallarta natal, supo alzarse a la condición de leyenda antifascista internacional.

A los dos autores les interesaba también especialmente la compleja relación de Dolores con el feminismo; un rechazo que, sin embargo, era compatible con actitudes e intuiciones muy avanzadas en su vida personal y política. Ibárruri —recordó Amorós— «tiene varias entrevistas en los años ochenta cuyo titular es “no soy feminista”, porque para ella bastaba como definirse como comunistas para abrazar todas las causas nobles»; pero en los años treinta la encontramos fundando el colectivo Mujeres Antifascistas y detectando con gran sagacidad «el peligro específico que significaba el fascismo para ellas mucho más que para los hombres; “nos quieren sometidas en la casa y en la cama”, decía».

Díaz, por su parte, cuyo libro lleva el subtítulo La vida inesperada de Dolores Ibárruri, se refiere con ello, entre otras cosas, a la cualidad transgresora de la vida personal de esta dirigente que se separó tempranamente de su marido para marcharse a Madrid a ser «una profesional de la revolución en Madrid» o, en la guerra, inició un idilio con un joven de veintiocho años en el tiempo en que ella tenía cuarenta; aunque también se ocupa de las paradojas patriarcales de un partido que, movido por una moral conservadora, acabó obligándola a meter estos aspectos rompedores «dentro del armario». Pasionaria era una suerte de Virgen Roja cuyo atractivo descansaba en gran parte en ser, a la vez, una revolucionaria y una mujer de aspecto tradicional, de pueblo y del pueblo, a diferencia de otras mujeres relevantes de la República tales como Margarita Nelken o Federica Montseny.

Memoria, historia y antifascismo en la Carpa del Encuentro, por donde, sí, se vio al fantasma de Dolores caminar.

PORTADA

Contacto:

Oficinas:
Calle Álvaro de Albornoz, 12, Bajo
33207 Gijón - Asturias (ES)
+34 985 160 934

  • AVISO LEGAL
  • PORTAL DE TRANSPARENCIA
  • DIRECTORIO