La feria de las tinieblas
Proyecto: Almas de Metal

Jesús Palacios
2022-07-14
No sé qué demonios me pasa este año, pero a veces tengo la extraña sensación de no ser yo mismo. Mejor dicho: de no ser el de siempre. Como si fuera una especie de copia o versión de segunda mano de mi yo la que anda por aquí estos días. Por ejemplo, estaba a punto de olvidarme de mi tradicional columna consagrada a libros adquiridos en la Semana Negra. Algo imperdonable, especialmente en un momento tan duro para el papel impreso y, por ende, para libreros, editores y autores. He sentido de repente como si hubiera sido otro el que todos los años elaboraba esta suerte de listado indispensable, y como si ese otro no fuera exactamente el mismo yo que escribe ahora estas líneas. Debe de ser la edad, que aumenta mi habitual paranoia de toda la vida. Fuera tonterías y vamos al grano o, mejor dicho, al libro.
Adquiridos en esta feria de las tinieblas que es la SN, como siempre a precios ridículos: El verdadero Barba-Azul de Georges Bataille. Ni más ni menos que el magistral ensayo biográfico sobre el famoso e infame Gilles de Rais, asesino satánico de niños y psychokiller pionero de la historia, amiguete de santa Juana de Arco (los extremos se tocan) y fuente de inspiración para escritores y cineastas, como el entrañable Jacinto Molina (alias Paul Naschy), en la encantadora edición de los Cuadernos ínfimos de Tusquets. Una delicia perversa que leí varias veces en mi infancia, donde el autor de El erotismo y miembro fundador del Colegio de Sociología hace gala de su peculiar sensibilidad para explorar el Mal, en toda su fascinante profundidad abisal. Después, de compras en el orgiástico Supermercado del Libro, a mayor gloria de Júcar, Silverio Cañada y Paco Taibo II: Aguardando el año pasado de Philip K. Dick, porque siempre hay algún Dick que se nos ha escapado; La aventura de comer de Noëlle Châtelet, sofisticado ensayo antropológico y literario sobre el papel de la comida y la gastronomía en la cultura y, sobre todo, en la literatura, desde los más exquisitos manjares hasta la antropofagia más o menos soterrada, en un erótico despliegue de erudición y conocimiento sobre el corpus culinario universal. Finalmente, la trilogía de Red Diamond, del periodista, poeta, ensayista y novelista neoyorquino Mark Schorr, por supuesto en Etiqueta Negra: Red Diamond, detective privado; Red Diamond, as del juego y Red Diamond, ídolo del rock, puro screwball noir entre la parodia, el homenaje y el misterio que sigue las aventuras de un simple taxista de Nueva York fanático de los pulps y el noir que se traviste de auténticamente falso detective hard boiled, metiéndose en líos cada vez más peligrosos y divertidos. Metaficción de los ochenta, posmoderna y clásica al tiempo, precedente descarado de Kick-Ass, para nostálgicos de una novela negra olvidada por el tiempo.
Pero como no solo de saldos y rebajas vive el hombre, y hay que hacer por levantar un poco las ventas de novedades (especialmente aquellas que de verdad lo necesitan), recomiendo también desde aquí hacerse con Santa Compaña (Alberto Santos Editor), del prolífico Esteban Díaz, con su detective de lo oculto y cazavampiros español, el profesor Ulises Matacuervos, de la Universidad de Salamanca, persiguiendo míticos monstruos castizos en el cambio del siglo XIX al XX, a través de una España a la luz de gas. Pero si quieren genuino misterio victoriano, no dejen pasar la nueva edición que de El Tío Silas, del genial irlandés Sheridan Le Fanu —padre del primer cazavampiros y de la primera vampira lesbiana—, ha publicado Valdemar en su colección Gótica. Junto a La dama de blanco de Wilkie Collins, se trata de la sensational novel germinal, algo así como Jane Austen pero con crímenes y misterio, irresistiblemente entretenida, romántica y llena de suspense, de la que beben desde Daphne du Maurier a Gillian Flynn. Descendiente también, en cierto modo, de este seminal folletín de amistades peligrosas, guerra de clases y mentiras arriesgadas, Siruela acaba de editar en excelente traducción Las diabólicas, del tándem fundacional del misterio moderno francés Boileau & Narcejac, llevada al cine magistralmente por H. G. Clouzot. No se dejen engañan por etiquetas: no es novela negra; es puro suspense psicológico, tensión y Grand Guignol al borde del terror, pero siempre en los límites de la realidad y el mal humano.
Finalmente, la verdadera sorpresa de este año para quien suscribe: La navidad de los lobos (Caballo de Troya), del asturiano Fran Gayo, a quien conocemos más bien como programador cinematográfico del FICX o del BAFICI, poeta y musiquero, pero que en esta su primera novela consigue un verdadero tour de force narrativo entre lo autobiográfico y la fábula, con pinceladas de sus antepasados vaqueiros de alzada, fundiendo realidad, ficción y fantasía, con una sensibilidad que tiene a partes desiguales retazos del mejor Stephen King, del Ray Bradbury más lírico, del fantástico bonaerense —con Cortázar a la cabeza—, la más pura asturianía y hasta toques de ciencia ficción distópica, perfectamente apocalípticos e integrados. Concisa y poética, sin excesos en su elegante escritura, de sorprendente atmósfera mágica, existencial y siniestra, con algo del Ferlosio de Alfanhuí cruzado con el angst post-punk de los noventa y un final inesperado, al que suscribe le ha parecido la mejor novela publicada este 2022 en lengua castellana. En fin, pasen, pasen… y lean.